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Perro asustado ¿Qué hacer?

Los perros pueden mostrar miedo o agresión en una variedad de circunstancias. Algunas de las fobias más comunes que se observan en los perros asustados están relacionadas con los truenos, los fuegos artificiales, los paseos en automóvil o incluso con otros animales. Numerosos factores pueden contribuir al desarrollo de un trauma en su perro. Por ello, hemos recopilado las principales razones, riesgos y otra información importante para hacer frente a este tipo de comportamientos.

 

¿Qué puede asustar a un perro?

Tres factores pueden estar relacionados con el comportamiento de un perro asustado:

 

Ausencia de socialización primaria:

La ausencia de socialización en las primeras etapas del desarrollo del cachorro puede ser un factor agravante en la progresión de los miedos y traumas cuando este animal llega a la edad adulta. Los perros atraviesan un período crucial de su desarrollo conductual cuando tienen entre 8 y 16 semanas de edad. Por lo tanto, los cachorros que no están expuestos a nuevas experiencias durante este período tienen más probabilidades de desarrollar fobias. A pesar de ello, los traumas desencadenados por la ausencia de socialización primaria, se pueden remediar mediante la inserción paulatina del objeto que genera ansiedad, asociado a técnicas de refuerzo positivo. La introducción gradual de nuevos lugares, personas y objetos puede ayudar a eliminar el miedo, o al menos reducir la constancia e intensidad de este comportamiento.

Predisposición genética:

La predisposición genética también puede ser un factor en el desarrollo de fobias en perros. Así como un animal puede heredar características como el color y el tamaño del pelaje de sus padres, también puede heredar rasgos de personalidad y convertirse en un perro asustado. Es difícil determinar si la causa raíz es realmente genética, pero un punto de partida es investigar el árbol genealógico del animal para comprender la personalidad de los padres. También es importante considerar que existen características y rasgos de personalidad que prevalecen en algunas razas, por lo tanto, algunos perros de razas específicas son generalmente más inquietos. El trauma relacionado con la predisposición genética puede ser difícil de superar. Sin embargo, la ayuda de un entrenador o especialista en comportamiento que tenga experiencia con este tipo de trastorno puede ser beneficiosa. Aunque en muchos casos el animal no puede vencer el miedo, es posible hacer manejable la fobia para mayor comodidad y seguridad del perro.

Asociaciones negativas:

Las experiencias negativas son otro factor responsable del desarrollo del trauma. Si un perro asocia una persona, lugar, sonido, olor o elemento con una mala experiencia, es posible que desarrolle un miedo y, siempre en presencia del objeto de la asociación negativa, se inquiete. A menudo, la asociación no está relacionada con el episodio en sí, sino con el lugar donde vivió y, en ocasiones, con algún dolor o trauma físico. El trauma se puede remediar mediante técnicas asociadas de «desensibilización» y «contracondicionamiento», que básicamente consisten en reducir la fuerza de respuesta de un estímulo, contrarrestado por técnicas de refuerzo positivo. Por tanto, como en el caso de ausencia de socialización primaria, introducir nuevos lugares, personas y objetos puede ayudar a eliminar el miedo o, al menos, a reducir el grado de respuesta del comportamiento del perro asustado. Es importante tener bajo control los miedos del animal, porque cuando el perro está asustado, dependiendo del nivel de estrés o dolor, el perro puede, por ejemplo, convulsionar y por tanto desarrollar un daño neurológico permanente. En este caso, el animal tendrá que vivir con las consecuencias por el resto de su vida.

 

¿Cómo ayudar a un perro asustado?

Sabemos que existe una comunicación visual entre los perros y sus tutores, basada en su percepción del lenguaje corporal humano. Por eso, cuando vivan con nosotros, también comprenderán y se guiarán por nuestros gestos y comportamientos. Para tranquilizar a un perro asustado, el primer paso es estar tranquilo. Distráigalo con alguna actividad para desviar su atención de lo que le está causando ansiedad y darle la vuelta. De esta manera, puede desviar la atención de lo que lo incomoda y hacerle comprender que no está sucediendo nada que lo ponga en riesgo. Si el intento de desviar la atención del perro asustado no tiene éxito, existen otras formas de corregir el problema. A continuación se ofrecen algunos consejos:

Fuegos artificiales y tormentas eléctricas:

  • Acostumbrar al perro al sonido de los fuegos artificiales: los expertos en comportamiento pueden enseñarle al cachorro que los ruidos son inofensivos. También es posible utilizar grabaciones para acostumbrar al perro a sonidos específicos. Hable con un entrenador para comprender las posibilidades;
  • Mantenga a su perro adentro al anochecer: es común que un perro asustado se escape, se pierda o termine lastimado. Guárdelo en un lugar cerrado y seguro.
  • Amortiguar los sonidos externos: cierre las ventanas y cortinas para tratar de amortiguar el sonido. Ponga música o encienda la televisión en un intento de asegurar sonidos identificables y constantes que enmascaran el ruido aleatorio de los cohetes;
  • Hable con un veterinario: si su mascota sigue mostrando signos de malestar cuando hay ruido de fuegos artificiales, considere la posibilidad de una medicación que pueda calmarla.

Personas y otros animales:

  • Si el perro le gruñe a una persona u otro animal, manténgalo alejado. – en general, un perro agresivo también es un perro asustado. Se pueden asociar miedo y agresión, especialmente cuando el animal ha sufrido un trauma episódico o continuo;
  • Asesórese con un especialista en comportamiento las mejores prácticas de refuerzo positivo para su mascota; control de la ansiedad con actividades físicas.

En particular, las actividades físicas, como caminar y jugar, liberan grandes cantidades de factores neurotróficos cerebrales (BDNF – Factor neurotrófico derivado del cerebro, una proteína que actúa sobre determinadas neuronas del sistema nervioso).

Con esto, es posible obtener una mejora en la memoria, en las funciones ejecutivas y en la salud en general, logrando que los perros reduzcan su nivel de estrés y ansiedad, pudiendo reflejar positivamente en cómo manejan sus miedos. Además, actividades como los paseos favorecen la socialización del animal con las personas y otros perros, ayudando a mejorar los trastornos del comportamiento.

 


Dra Jakeline P. Zanon | CRMV xxxx

Nutrición, Dermatología y Gatos

 

Graduada de la USP | Máster en Nutrición por la UFRJ | Doctorado en Dermatología por la Unicamp | Doctorado en Felinos por la UFMG Miembro del Staff Clínico de Petcare Hospital desde 2010

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